Merecimos el triunfo en la dura plaza boliviana. Porque se jugó bien y generamos más ocasiones de gol que los rivales. Y, además, pues se logró con un once formado exclusivamente por elementos de la liga local y preparados mediante un plan que, mejorado, debería ser imitado cada vez que se deba rendir en ciudades de altura. Es el más relevante aporte táctico que, posiblemente, deje Markarián a una selección antes temerosa de correr a 3600 metros sobre el nivel del mar.

Pero todavía queda otro partido por disputar en esta fecha doble. Y tras la gran presentación de los ‘humildes’ en La Paz, es el turno de los supuestos ‘fantásticos’. Frescos y descansados, Guerrero, Pizarro, Farfán, Vargas y compañía tienen inmejorable oportunidad de sorprender a un cuadro paraguayo que, además de tener lesionados y suspendidos, sufre aguda crisis derivada de los pésimos resultados – es colero del torneo con cuatro unidades- y enfrentamientos entre algunos jugadores y el comando técnico además de las duras críticas de la prensa e hinchas decepcionados.

De no ganar, seguiremos muy lejos de la zona de clasificación en la tabla y poco habrá servido el punto conseguido hace tres días. Por tanto, no vale especular. Hay que ser atrevidos y buscar el arco guaraní desde un comienzo. Más si, después, jugaremos dos cotejos seguidos como locales, ante Chile y Ecuador, el próximo año. A ver si son tan ‘fantásticos’.

Hasta la próxima.

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