Hagamos algo, por ellos, en su día
Trujillo._ El pasado domingo se celebró el Día del Niño. En Lima todos los menores de 12 años ingresaron gratuitamente a los parques públicos. Y hasta Nadine Heredia dio un discurso exigiendo mayores políticas de seguridad infantil desde el Congreso. En tanto, aquí, en la alguna vez llamada Capital de la Cultura, presumo que algo hicieron pero sí, en cambio, estoy convencido que mucho se podría lograr en favor de una masa cada vez más degradada. Porque cualquiera camina por la Hermelinda y se topa con peladitos cargando bultos, otros recolectando en la basura y hasta, si es sagaz, notará al proxeneta transando el costo de tal fémina adolescente. Luego, si se asoma por el relleno sanitario de El Milagro, verá a mocosos lidiando con los puercos o alguna pequeña sumergida en el estiércol buscando esa muñequita que sus ojos irritados pudieron distinguir.
O sino, más fácil, dándose una vuelta por la avenida España admirará, pero también sufrirá, con esos acróbatas y limpia lunas de todas las edades que se acercan a cada vehículo mientras los policías acechan para controlar las billeteras y no las carreteras. Un retazo de los 140 mil niños que son explotados en La Libertad, según la Gerencia Regional de Trabajo. Terribles realidades que Educadores de la Calle u otros programas sociales no se bastan para cambiar.
¿Qué hacer por ellos no sólo en su día más importante?, es una pregunta lógica. Y, entonces, hace dos semanas leía una encuesta sobre personajes nacionales admirados por escolares. Y las respuestas las lideraban, con abismal ventaja, aquellos nuevos gestores de la identidad nacional que no portan pistolas o sables y sí zapatillas, guantes o chimpunes: los Guerreros, Maicelos, Malpartidas, Pizarros y demás. Pues, que duda cabe, es el deporte –asumido estratégicamente y no como medio sólo de diversión- el mejor canal de inserción que todo adolescente en riesgo pudiera tener. Una muestra: en Colombia – también vapuleada por la delincuencia y el narcotráfico-, se invierten millones de dólares en planes sociales deportivos cada año para recuperarlos. Pensar que, en cambio, hay escenarios en Trujillo sin luz ni agua hace varios meses mientras las autoridades se la pasan franeleando a directores de medios de comunicación.
Hasta la próxima.
o.rivasplata@pucp.edu.pe